El juego de Realidad Virtual The Curious Tale of the Stolen Pets, a cargo de Fast Travel Games, es una tierna aventura interactiva en el que debes resolver puzles originales y entretenidos a través de islas en miniatura. Es un juego de puro descubrimiento, que evoca, en el caso de los gamers más mayores, aquella sensación de maravilla tras maravilla que teníamos de pequeños y que en algún momento habíamos perdido.
La aventura da comienzo cuando, de repente, te encuentras de nuevo en el cuarto que usabas de pequeño cuando te quedabas unos días en casa de los abuelos. Precisamente es tu abu el que te cuenta que las mascotas que conociste o imaginaste en su día han desaparecido misteriosamente de tus recuerdos en forma de islillas temáticas. Explorarás cinco islas en total, cada una con sus secretos y puzles. No hay nada nuevo en su temática (tenemos zonas acuáticas, islas prehistóricas…). El giro de tuerca se encuentra en el punto de vista y en el tipo de acertijos que nos esperan.
Estas islas se te presentarán como miniaturas que puedes girar y voltear a tu antojo para encontrar las mascotas desaparecidas. Son como dioramas interactivos que aprovechan al máximo la inmersión que ofrece la Realidad Virtual. Húndete en el agua en la isla acuática y te encontrarás en el fondo marino, donde te aguarda un submarino y otros secretos. O golpea las estalactitas de un paraje nevado para que causen estropicios con su puntiagudo descenso. A cada momento, a cada segundo, con cada gesto, The Curious Tale of the Stolen Pets te devuelve a ese punto en la infancia donde era fácil crear mundos de fantasía y vivir en ellos.
Por norma general, las mascotas se encuentras escondidas detrás de puzles la mar de ingeniosos. Si te quedas bloqueado en uno de ellos, significa que no estás pensando con la lógica mágicamente irracional de los niños. Sin spoilear demasiado, hay de todo un poco: algunos acertijos juegan con la perspectiva, otros requieren objetos desperdigados por el entorno, para encontrar otras mascotas tocará alterar las islas de alguna forma…
El nivel de dificultad es adecuado. Cuando me he quedado encallado, ha sido por muy poco tiempo. Las islas tienen el tamaño adecuado y es fácil identificar cuáles son los elementos relacionados con los puzles. Así que solo es cuestión de echar imaginación y de jugar hasta dar con el resultado. Me he sorprendido decenas de veces en este sentido con las soluciones, y lo lejos que me han llevado de mi zona de confort.
En cuanto a la presentación, The Curious Tale of the Stolen Pets es una maravilla en todos los sentidos. A nivel visual, la aventura apela constantemente a la mente de los más pequeños. Y a nivel sonoro tenemos una onírica y magnífica banda sonora, que cuenta con la colaboración de la banda sueca de folktronica minimalista Wintergatan.
¿Problemas? Mínimos, pero los hay. Por ejemplo, me hubiera gustado que la tarea secundaria de recolectar monedas o bien hubiera sido algo más difícil (tal vez esconder unas cuantas de estas monedas detrás de puzles opcionales) o bien hubiera tenido una recompensa al final, aunque fuese algo anecdótico. También he echado en falta más interacción opcional, con el solo objetivo de mantener tu curiosidad. Pero estos inconvenientes fracasan en mancillar el buen sabor de boca que te queda al terminar la aventura.
The Curious Tale of the Stolen Pets vale absolutamente tu tiempo, tengas niños o no cerca para usarlos como excusa. Las dos horas que dura (más o menos) pasan volando, y te entrarán ganas de revivirla cogiendo a un familiar, amigo o quién sea para ver sus reacciones al descubrir cómo las ideas más asombrosas acaban resolviendo los puzles. Ideas que solo pueden realizarse gracias al excelente uso de la RV por parte de Fast Travel Games.